WC pórtatiles en París

sanisette

Parte de desarrollar el urbanismo de las grandes ciudades, con todos los servicios que la mismas demadan, es proveer de los servicios esenciales que permitan mantener el orden y la pulcritud de la misma. De esto da cuenta claramente París, la hermosa ciudad francesa es el destino turístico número 1 en el mundo, por dicha razón debe ser doblemente funcional y cómoda. Y París es un ejemplo del uso eficiente de los inodoros pórtatiles mismos que funcionan en París con el nombre Sanisette, que en realidad es la  marca registrada del fabricante de los  baños públicos,  que funcionan con un eficiente sistema de auto-limpieza, y para uso unisex en la ciudad parisina.

No se ven solo en París en muchas más ciudades europeas y del mundo, los WC móviles son parte del paisaje, en París es donde hay más y se han integrado a las funcionalidades de una ciudad hemos dicho, turística y eficiente. Con el nombre de Sanisette que corresponde a la marca se le conoce por los parisinos, está conformado por un inodoro oculto detrás de una puerta que se abre cuando se pulsa un botón  y se deja  una moneda insertada en un panel de control en la parte exterior del inodoro. Cuando un usuario entra en el baño, la puerta se cierra para proporcionar privacidad, cuando éste termina de usarlo y sale, la puerta vuelve a cerrar y empieza un ciclo de lavado que limpia y desinfecta todo, en un lapso de 60 segundos, luego el inodoro pórtatil está listo para se utilizado.o

Existe toda una variedad de modelos de inodoros pórtatiles en Parías, algunos diseñados especialmente para las personas con discapacidad y otros al entorno en que se encuentran. Tienen funcionalidades básicas para que el servicio sea fácil y eficiente, indicadores de su disponibilidad: listo, ocupado, de auto-limpieza  o fuera de servicio. También pueden funcionar de forma gratuita o con una moneda según tocando un botón. Su estupendo diseño permite que la privacidad esté bien cubierta, el Sanisette no está disponible y entonces no se puede abrir desde fuera solo desde dentro, donde también hay un mango de emergencias, tiene una programación especial para abrirse dentro de un período determinado para disuadir a los vagabundos.

Con el uso de estos inodoros pórtatiles la ciudad se asegura de poner al alcance de hombres y mujeres un lugar limpio y cómodo con un moderno sistema de desinfección y limpieza donde defecar y miccionar, con la seguridad que supone una puerta de bloqueo. La seguridad es ante todo una preocupación para el uso del Sanisette, la misma exige que un niño no lo utilice estando solo, ya que el peso infantil no  es reconocido por el mecanismo de limpieza que puede iniciar un proceso de desinfección con el niño dentro.

París cuenta con una red de estos inodoros pórtatiles «Sanisettes» de 420 unidades que utilizan tres millones de personas al año y son operados por la entidad francesa JC Decaux  que se ocupa del mantenimiento y operación de los mismos. Como suele ocurrir con todo servicio en ciudades grandes, los Sanisettes no están libres de vándalos y delincuentes y en algunos lugares lo usan para negociar drogas o actos de prostitución. Los mismos han mantenido un costo durante años, que en los últimos años se abrió a dejar libre el uso de los mismos, para así facilitar el uso de los mismos a aquellos que no podían pagar el costo de su utilización.

París es un ejemplo de integrar las necesidades de las grandes ciudades al entorno, y los Sanisettes se convirtieron desde tiempo atrás en una imagen cotidiana de la Ciudad Luz, antes de ellos funcionaban en París una red de urinarios de los que alguno aún presta servicio, pero que fueron siendo sustituidos por un modelo de inodoro pórtatil funcional y con estándares modernos de limpieza para uso en los lugares más frecuentados de una ciudad muy llena de personas.

Sin duda alguna muchas grandes ciudades pueden imitar las condiciones de administración de una ciudad enorme como París, que contempla el uso de estos inodoros pórtatiles como parte de los servicios de la ciudad a sus habitantes, reduciendo con ello la costumbre ancestral de miccionar en calles y avenidas, lo que altera la apariencia y salubridad de la ciudad, y que claro está se ha reducido en París, aunque todos sabemos que siempre habrán quienes no acaten las normas de urbanidad  que demanda la convivencia en comunidad, el hecho de contar con servicios sanitarios en casi todos los sectores de París es un disuasivo para abandonar poco estéticas y totalmente antihigiénicas prácticas que se remontan al comienzo de los tiempos.

Una razón más por la que París es tan atractiva y tan eficiente como ciudad,  ofrece todas las comodidades para pasear por ella con tranquilidad y cumple con el objetivo de una ciudad moderna, proveer a las necesidades de sus habitantes y visitantes.

Imagen: Vía

 

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